Parte III
La roca se movía bajo nuestros pies y el calor derretía nuestras botas. El viento norte que antes nos apoyaba para que las nubes no estuvieran presentes, ahora actuaba en nuestra contra, enviando pedazos de ceniza incandescente por todas partes. Esto nos obligaba a tener que cambiar nuestro ángulo de llegada al cráter constantemente, siempre observando la dirección de la ceniza. El calor en nuestros pies y el frío en nuestra cara era una sensación muy extraña. Pero lo que realmente era bizarro era ver como dos locos se acercaban a esa tobera de fuego.
La adrenalina hacia bombear nuestro corazón a no menos de 130. Nuestro sentidos, alertas al máximo, escaneaban cielo, horizonte y suelo casi de manera instantánea; constantemente buscando donde poner los pies para no quemarnos. Mientras, de reojo, tratábamos de ver si las chicas se habían quedado en el mismo lugar y si nos hacían señales de algún peligro (aparte del obvio) que no detectáramos desde nuestra posición.
De pronto, ya no pudimos avanzar más.
El calor era insoportable y nuestras botas no podían dar otro paso sin derretirse por completo. Afortunadamente, la ropa contra el frío ahora nos protegía del intenso calor. Sin ella, la radiación que emitía la tobera seguramente nos hubiese provocado quemaduras en la piel. Eso había sido lo único “prudente” dentro de la imprudencia que habíamos cometido de ir a ese auténtico infierno. ¿Como llegue hasta aquí? pensé, mientras clavábamos nuestros bastones en la lava.
3 minutos, una foto y un video de 1 minuto fueron suficientes para que escucháramos dentro de nuestras mentes como sonaba un “riiinnnng” imaginario (como el timbre del horno cuando el pollo está listo). Y con extremo cuidado retornamos por donde habíamos llegado con una de esas historias que tendremos que contar a nuestros nietos ( y que espero que no repitan, y vosotros tampoco ;-)).
FIN
Partes I, parte II de la aventura e ilustración de la aventura.
[youtube=http://www.youtube.com/watch?v=chO6Fphp-9k&w=580]
Una respuesta a Tan caliente que casi quema (III)