Nico y Leo ya están cerca de nosotros.
En realidad ya son parte importante de nosotros. No solo parte, ya lo son todo. Si reflexiono sobre ello a veces me asusta darme cuenta que les tengo siempre en mi pensamiento. Estamos en la semana 28 y ya tengo un cúmulo de sentimientos difíciles de describir.
Ya hace más de 4 semanas que les vi por última vez y necesito verles de nuevo. Aunque sólo sea una imagen, sé que nos dará la energía para sobrellevar unas semanas más antes de encontrarnos con ellos.
Hace poco nuestra gestante compartió con nosotros algo privado para ella, pero que sabe que forma parte de nuestra intimidad. Era un vídeo de apenas 10 segundos en el que se podía observar una patada en su vientre. No sé cuantas veces lo he podido ver. Es complicado vivir tu embarazo en la distancia, pero mágico también.
Nos mandamos fotos. Foto de las cunas que compramos. Foto de sus hijos en Halloween. Foto de nosotros en las calles de Madrid. Foto de su barriga creciendo. Foto de cuando nosotros nos conocimos. Foto de cuando ellos se conocieron… Intentamos mantenernos cerca a pesar de estar lejos.
En este precioso viaje que estamos viviendo, de nuevo aparecen situaciones en las que tienes sentimientos que pueden parecer contradictorios. Quizás uno no tiene una relación con su gestante igual que la que puede tener con un amigo. Es normal. Cada uno tiene su vida. Aun así algo que me ha sorprendido es nuestra tranquilidad respecto a Nico y Leo. Sabemos que están con quien tienen que estar.
Ya nos acercamos a la semana 30. Ya pronto será nuestro encuentro. He soñado muchas veces con ese momento. He reproducido en mi mente muchos primeros momentos. Me he imaginado sus caras continuamente. Una de las cosas que quiero hacer bien, es transmitir lo agradecidos que estamos a nuestra gestante. Queremos saber hacerle llegar lo asombroso de su generosidad. Todavía no sé cómo lo haré.
Reconozco que tenemos nuestros miedos, pero cada día somos más felices cuando lo pensamos. Tenemos 40 años y siento que comienza una nueva y maravillosa etapa. Soy una persona afortunada. Muchas veces me entristece que mis padres no vayan a conocer a sus nietos. Sus nietos… Lo escribo y se me ponen los pelos de punta. Hay veces que todavía no me lo creo. Ser padre.
Soy feliz de vivir en un momento del mundo en el que hay distintas formas de familia. Y entre esas formas , está mi familia: mi pareja, mis futuros hijos y todos aquellos amigos y familiares que estarán junto a ellos y que entre todos les daremos vivencias para escribir su propio camino de vida.
Todo mi cariño a la mujer que nos va a permitir formar una familia. Por ella va todo esto.
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