Cuando primero pensé en hablaros de una de mis ciudades favoritas, San Francisco, me vi tentado por comenzar contando algo de historia de la ciudad. En ese momento me di cuenta de que para eso tenemos todos las redes sociales muy a mano. Así que decidí que la mejor manera para presentaros aquellos lugares y sensaciones que me atraparon de esta ciudad es de una forma visual: a través de mis propias fotografías.
Una de las cosas que más me cautivó fue la diversidad aquitectónica que te vas encontrando a medida que vas paseando por sus calles. Desde un mismo punto observas edificios de ladrillo junto a otros el doble de grande y acristalados….al lado locales bajos semi abandonados y paredes en las que los artistas callejeros aprovechan para compartir su arte. La calle en sí misma es, en muchas ocasiones, una obra de arte.
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Entre todos los edificios que admiré hubo uno que me fascinó: Sentinel building. No me cansaba de mirarlo y de fotografiarlo. Su color verde parecía irreal. Justo en ese momento nos dimos cuenta del hambre que teníamos y vimos que en la parte baja del edificio había un restaurante italiano. Al entrar y sentarnos nos dimos cuenta que el nombre de Francis Ford Coppola estaba por todas partes. Resultó ser el Café Zoetrope, propiedad del mismo.
Uno no puede visitar San Francisco sin pasear por Castro Street. De repente parecía que estabamos siendo partícipes de la historia de Harvey Milk. Era como si hubiésemos atravesado la pantalla del televisor y nos hubiésemos colado en la decena de imágenes que todos hemos visto sobre la lucha por los derechos de gays, lesbianas y transexuales iniciada en dicho lugar.
Fue en esa misma calle donde encontramos uno de esos sitios que haces tuyo por todo lo vivido en su interior, el bar Twin Peaks, en el que el primer día tuvimos la suerte de conocer a dos personas maravillosas de San Francisco: Terri Ahn y Charles Purdy, con los que vivimos noches inolvidables y consiguieron que nuestro viaje a San Francisco tuviese ese toque especial que lo hizo único.
Si tuviese que destacar algo que no se debe de dejar de hacer si uno visita San Francisco es alquilar una bici y realizar la excursión de atravesar el puente de Golden Gate. Experiencia maravillosa.
En el ámbito cultural no puedo olvidarme de la que fue la visita al museo que más me ha gustado de todos los que he visitado: sfmoma.
Y para acabar por este recorrido fotográfico de San Francisco, una de las cosas que más gracia nos hizo y que guardamos en nuestro recuerdo es el momento del desayuno, que como veis hacíamos en uno de esos bares con barra en forma de isla que tanto hemos visto en las películas americanas.
¡Animaros y visitar San Francisco!.
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Fotos: propias
