Guardias de Corps

Después de tanta ruta por Madrid a mí lo que me apetece es parar. Pero parar en el sentido amplio de la palabra. No sólo físicamente sino de manera mental. Eso cuesta más, con la caótica vida que cada vez más llevamos los seres humanos. Pero por esa razón se hace más necesario. Y eso precisamente lo consigo cuando me acerco a la Plaza de Guardias de Corps, muy cerca de donde vivo, en el barrio madrileño de Conde Duque.

Y más concretamente es en la terraza de La Cajita de Nori  donde, cada vez que voy a sentarme, consigo respirar hondo y decirme a mí mismo: “que a gusto estoy aquí, sentado, sin tener nada que hacer“. Todo pasa por delante tuyo y tú te mantienes inmóvil, disfrutando del mero placer de existir. La Cajita de Nori es un restaurante en el que igual puedes sentarte y disfrutar de su menú entre semana, como acercarte a media tarde y tomarte tu café, tu refresco, tu gin tonic…

Esta plaza tiene la suerte de ser una zona peatonal, por lo que aunque está delimitada por dos calles por las que pueden pasar los coches, es raro la vez que eres consciente de ello. Realmente parece que estás sentado en mitad de un parque rodeado de árboles y de gente pasando hacia un lado u otro. Por mucho calor que haga en verano es una terraza en la que, por alguna mágica razón, siempre corre una agradable brisa….como si alguien se dejase siempre la puerta semi abierta.

Cabe destacar que a uno de los lados de esta plaza se encuentra el Centro Cultural Conde Duque, inagurado en 1983, tras ser Real Cuartel de Guardias de Corps desde 1717. Una de las cosas que más me gusta es su biblioteca municipal, de la que te puedes hacer socio en menos de cinco minutos y de manera totalmente gratuita.

DSC_1657

Como veis su patio interior es espectacular. Ahí ya no hay ruido alguno. No parece que estés en pleno centro de Madrid. No hay vez que lo atraviese que no me pare en algún lugar del recorrido y me gire para admirarlo. La biblioteca de dos plantas está llena de libros y de personal muy agradable que siempre está dispuesto a ayudarte en la búsqueda de cualquier libro e incluso a sugerirte lecturas que tú no conocías. En esta ocasión además me encuentro con la sorpresa de una exposición fotográfica en su interior. 

DSC_1659

 

El tiempo pasa sin darse uno cuenta. Es hora de volver a la realidad. Llevo ya dos horas y media en esa burbuja de felicidad en la que me he conseguido meter para alejarme de la rutina. Me resisto a bajar a la tierra y por eso antes de volver al trabajo me meto en la Taberna de Corps, en la propia plaza, a tomarme el último café que me dará la energía necesaria para seguir con lo que me queda del día.

Fernando Sacristán

DSC_1666