Mansión Alcázar Mansión Alcázar

He estado releyendo la sección de hoteles 10 de mi cuaderno y me ha sorprendido encontrar muy pocos. Hay solo 10. Y eso que he sido viajera (casi) compulsiva una gran parte de mi vida. Ya véis que no es cosa fácil entrar en el cuaderno.

Como el post anterior ha gustado mucho, hoy voy a compartir con vosotros el hotel nº 2 de mi lista. Uno de los viajes que recuerdo con más cariño tuvo como base de operaciones este hotel.

El nº2 en mi top 10. Mansión Alcázar, Cuenca (Ecuador).

Está ubicado en una casa colonial maravillosa de finales del siglo XIX, de esas a las que quisiera que me transportara una máquina del tiempo. En el centro histórico, restaurada, decorada con piezas muy interesantes y con un jardín de ensueño. Ir a este hotel es una buena excusa para visitar Cuenca (o al revés), una de las ciudades más bonitas de Ecuador. Callejear por la vieja ciudad colonial, descubrir su bella arquitectura y no perderos por nada del mundo los dulces de las monjas del Convento de las Conceptas.

Jardín Mansión AlcázarSi sois amantes del arte lo ideal sería hacer coincidir vuestra visita con la Bienal de Cuenca, uno de los eventos de arte contemporáneo más reputados de América Latina. Toca este año y acaban de inaugurarla (28 marzo-27 junio). La ciudad no es muy grande y se convierte en una gran muestra de arte, en un gran museo. Su maravillosa arquitectura sirve de magistral sala de exposiciones para lo más puntero del arte contemporáneo de la región. Circulan los artistas y por todas partes se multiplican los eventos culturales. 

bienal de cuenca Casa de los arcos

Bienal de Cuenca

Si tenéis tiempo, os sugiero continuar el viaje hacia Loja, otra ciudad colonial, donde está uno de los hoteles más agradables y con uno de los mejores restaurantes (este está en mi top 10 de restaurantes) que he probado. El hotel Grand Victoria. Solo por cenar allí merece la pena el viaje. Y tiene una piscina alucinante.

Y desde allí a Zaruma. Una joya que me descubrió mi amigo Manuel. Una de las ciudades más fantásticas que he visitado. Fundada en el siglo XVI y con una historia novelesca de explotación de minas de oro. Y una arquitectura como pocas veces he visto, con unas 200 casonas patrimoniales de madera de finales del s. XIX y principios del s.XX. 

Cuando llegas allí sientes, aún más que en las otras ciudades, que se ha parado el tiempo. Que te has teletransportado y estás mucho tiempo atrás en algún pueblo de España quizás. Parece que todo va a otro ritmo y que se mantienen la calma y las constumbres de otra época. Se cierra al mediodia, se hace la siesta de la tarde, se disfruta de un buen  café… (el café cultivado en Zaruma es uno de los mejores).

En Zaruma sientes el rastro de buenos tiempos pasados que ya no volverán. Parpadeas varias veces y no sabes dónde estás. ¿Habré entrado de verdad en una máquina del tiempo?. 

Zaruma calles

 I.Miranda 

Fotos: Copyright Mansión Alcázar, Bienal de Cuenca y Turismo de Zaruma