DSC_0075

Hace tiempo que me encontré por casualidad con una foto de Joan Colom en un libro que compré sobre Barcelona. No hubo otra foto del libro que me impactase tanto como la suya. Tenía alma. Fuerza. Personalidad. Era la primera foto que veía de él y ya supe que para este fotógrafo el interior de la gente era su diana cuando apretaba el disparador. En cada una de sus fotos capta la personalidad de quien fotografía.

Joan Colom nació en 1921. Me fascinó leer que fue fotógrafo tardío. Comenzó a sus 36 años, cuando ya tenía una vida organizada, trabajando de contable en una empresa textil. Y fue a partir de esa edad cuando comenzó a compaginar su trabajo de contable entre semana y su afición por la fotografía los fines de semana. Preciosa manera tenía de realizar sus maravillosas fotos por el barrio chino de Barcelona de los años 50, hoy conocido como el Raval. Hacía fotografías de una manera clandestina, caminando por sus calles con su Leica, a la altura de las rodillas y nunca mirando al visor. Trabajaba siempre de una manera totalmente intuitiva consiguiendo captar de esa manera la vida de ese barrio sin perder la verdad de cada momento. Conseguía lo que muchos hemos deseado hacer en ocasiones; realizar una fotografía de lo que nuestros ojos tienen delante sin que las personas sepan que están siendo fotografiadas, para así captar la realidad sin poses.

Expo Joan Colom

Suelo tener la costumbre de apuntar en mi cuaderno cosas que me llaman la atención. Hace tiempo leí que en el Museo Nacional de Arte de Cataluña inaugurarían una exposición de Joan Colom: fotografías 1957 – 2010. Apunté las fechas: 12 diciembre 2013 –  25 mayo 2014. Hace pocos días organicé una escapada a Barcelona y no me creía que, mientras disfrutaba de las vistas de la ciudad desde las escaleras mecánicas del parque de Montjuic, iba a tener la suerte de poder disfrutar de esa exposición.

Salí fascinado. Sólo cuesta 6 euros. No tiene precio para el viaje en el tiempo que realicé disfrutando de todas sus fotografías. Cada una conseguía mantenerme quieto viendo el sentimiento de quien era fotografiado. Yo, que tiendo a ir por los museos casi corriendo, en esta ocasión fue distinto. Ya tenéis una razón más para visitar Barcelona. No dejéis de visitarla si pasáis por esa maravillosa ciudad.

Fernando Sacristán

Otros posts relacionados: Barrio del Born, Barcelona

 

DSC_0057