Mariah Carey El problema de intentar hacer una crítica de un personaje como éste es la disyuntiva de quedar como un completo hortera o maravillarse con algunos detalles de calidad que el cotarro mainstream puede llegar a dar.

Mariah Carey siempre ha sido, tanto en su etapa musical como cinematográfica, la definición perfecta de un guilty pleasure en toda regla. Pero a pesar de todo, no olvidemos que la Sra. Carey (señora con todas las letras por edad y categoría), es la única que ha sido capaz de medirse de tú a tú con los Beatles o con Elvis. Las cifras no mienten, y quizás en ella solo lo haga el abusivo Photoshop de cada foto que la acompaña.

Quien no tenga en la memoria títulos como Hero, Fantasy, We belong together o One Sweet Day desconoce parte de la gloria pop de los últimos 20 años. Si ese es el caso, aconsejamos un paseo audiovisual inmediato por Youtube.

Después de cuatro años de silencio (o casi, los discos de villancicos no cuentan) y un disco anterior semi soporífero, no quedaba claro el futuro de la diva de las carnes prietas. Pero he aquí el error. Cual ballena varada en la playa, te puede cantar encima del piano temazos como Cry, o hacer colaboraciones épicas con artistas de la talla y el renombre de Stevie Wonder o Mary J. Blige. Los baladones más encarnizados en canciones como The art of letting go (¡¡himno para corazones rotos a la de ya!!) y dignos “mueve cucus” como  You don’t Know what to do o Meteorite, hacen que su último disco mantenga el tirón en toda su escucha.Celebrity Sightings In New York City - July 13, 2013

No todo puede ser perfecto. Quizás su el talón de Aquiles se encuentre en el masivo uso de raperos, que no hay por donde pillarlos y darse cuenta que la voz de la Carey ya no es ni de lejos lo que era en aquella década magistral suya de los 90. Tampoco merece comentario alguno el sacar a los niños a cantar (Mariah te queremos de diva, no de madre pija neoyorquina).

Me I am Mariah…The Elousive Chanteuse” (sí, es cierto, viste igual que pone nombres a sus discos…de manera confusa), no se antoja ni mucho menos como su mejor disco.  Ni siquiera estamos seguros de que sea un exitazo en ventas. Pero dice bastante de una artista pop que lleva tantos años entre los primeros puestos que no tiene que buscar a productores de moda para dar un producto digno y con carácter (¡¡¡milagro!!! un disco pop sin los omnipresentes Sia, Pharrell Williams o David Guetta).

Posiblemente el último trabajo de la diva no será el que salve a la cultura musical de nuestros días, pero desde luego es altamente recomendable para cualquier artista que busque uno de los más simples y arduos propósitos: entretener.

Además, al menos a uno que escribe, le suscita una gran pregunta en cuestión musical y de moda, ¿cualquier tiempo pasado realmente fue mejor?.

Artista Thurman

Fotos:  Página Fcb de Mariah Carey  y www.usmagazine.com