VolverVivo lejos de casa.
No más lejos que mucha gente. Pero lejos al fin y al cabo.
Creo que no hay mejor sensación, no hay absolutamente nada que se merezca más un 10 que la sensación de volver.
Tengo un padre poco común.
Desde que tengo uso de razón se toma la vida a cachondeo, siempre haciendo bromas, siempre las mismas.
Las llegué a aborrecer.
Tengo una madre un poco escandalosa.
Siempre gritando, siempre cantando canciones de Ana Kiro.
Llegué a poner caras largas esos sábados a las 10 de la mañana cuando me despertaba el sonido de la cocina con “miña aldea” a todo trapo.
Ahora a, exactamente, 1149km lejos de casa lo echo de menos.
Me río por teléfono de bromas que aborrecía de mi padre. Le doy un mérito enorme a que la vida, muchas veces perra, no haya podido con su sentido del humor.
Ahora soy yo la que los sábados por la mañana despierta a vecinos con música gallega y le envío audios para que sepa que aún lejos, su legado continua.
Merece la pena cualquier lagrimita (o lagrimón) en las despedidas, solo por el abrazo infinito de los reencuentros.
Así que mi 10 va por eso.
Por la terminal de llegadas de los aeropuertos, estaciones de trenes y buses.
Por los reencuentros.
Por los días vividos al máximo.
Por los planes de volver, volver y volver.
Por que volver siempre es la mejor parte de la aventura.

 

Eme. Un café y un par de buenas noticias

Catalana con alma gallega viviendo en Andalucía
27 años muy bien llevados (eso dice mi madre)
Actualmente no-parada bloguera