Jugando al esconditeDicen que la cabra tira al monte. Y en mi caso siento que es así. Después de una vida bastante trotamundos, desde que nació mi hijo cada vez me llaman más mis raíces. Cada vez siento más la necesidad de volver a mis orígenes. Ya os conté que casi hemos terminado de restaurar la casa del pueblo (una odisea que ha merecido la pena, de la que algún día os hablaré…). Solo nos queda ir restaurando poco a poco algunos muebles.

Así que ya podemos disfrutar a tope del pueblo. Me encanta ir, sobre todo porque los días allí duran muchísimo más. En Bruselas, me faltan horas en el día. En el pueblo me sobran. Tal vez porque no hay distracciones superfluas. Ni internet, ni tele. Los días son largos, sin obligaciones. Es increíble la cantidad de cosas que nos da tiempo a hacer. Me encanta hablar con la gente, que nunca tiene prisa, y que me cuente historias.

AmanecerHoy os voy a contar todo lo que nos dio tiempo a hacer la última vez que estuvimos. Fueron 7 días sin internet y de vuelta al pasado. Decidimos bucear en la historia de nuestros antepasados y explorar la cuenca minera. Para conocer mejor un modo de vida y una sociedad de la que hemos oído mucho hablar y que casi ya no existe. Porque la minería, principal actividad de la zona, prácticamente ha desaparecido. La mayoría de las minas han cerrado y quedan ya muy pocos mineros. Asturias ha visto desaparecer uno de sus principales modos de vida después de más de un siglo de extracción de carbón. Y está aún tratando de reiventarse. Pero sin olvidar de donde viene.

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¿Habéis bajado alguna vez a una mina de carbón?. El Museo de la Minería y el Tren minero es posible. Han sabido poner en valor el patrimonio industrial de la zona para poder mostrar a los que vengan detrás el modo de vida de una época pasada. Bajas a una mina, caminas por sus galería y te la imaginas en plena actividad. En el tren minero te adentras en el valle de Samuño, en un maravilloso entorno natural, hasta llegar al Pozo San Luis, excavado en los años 30 y que cerró en 2002. Se han conservado y rehabilitado muy bien los antiguos edificios de la mina manteniendo su esencia original. Toda la vida hemos oído en casa hablar de la mina pero hasta este viaje no entendí realmente  lo que era ese trabajo y lo que significó para  mucha gente durante mucho tiempo.IMG_9978-580x870


Además cuando el tiempo acompañó, descubrimos rutas preciosas como la Senda del trole que sigue el antiguo trazado del ferrocarril minero del que toma el nombre. Las vistas y el entorno son alucinantes. Este verano planeamos hacer la ruta en bicicleta. No muy lejos está Casa la Escuela, la casa rural de unos amigos. Un lugar precioso para relajarse y desconectar, con una energía positiva especial como la que desprenden sus propietarios Manoli y Tony. Ruta del trole

Casa La escuelaCasa la escuela3Recordamos viejas tradiciones como la del bollo de pascua que siguen preparando en la confitería del pueblo siguiendo la receta tradicional (el spiderman no es de la receta tradicional pero se lo hemos puesto nosotros :-)).Bollo de pascua

Y por fin, después de meses de trabajo, conseguimos relajarnos y desayunar en el jardín. Desayunando en el jardín

Todos tenemos esos momentos de la infancia a los que nos gustaría teletransportarnos si fuera posible. Nuestra casa del pueblo es mi particular máquina del tiempo. En un abrir y cerrar de ojos puedo retroceder y volver a ser un poco niña.

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Veranos de infancia

I. Miranda

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