Nuestro viaje a Namibia ha sido mucho viaje para contarlo en un solo post. Así que aquí tenéis la segunda parte.

Lo que más impresiona de Namibia son sus espacios infinitos. Kilómetros y kilómetros de carretera sin casas, sin gente, sin nada. Solo paisajes maravillosos. Namibia no se acaba nunca.

Para conocer el país hay que coger un coche y “tirar millas”. Porque el verdadero placer no es tanto llegar al destino final (en nuestro caso Deadvlei, una especie de cementerio de arboles en el desierto) como el camino para llegar hasta allí. Y eso es un sentimiento increíble. Sentir que ese instante presente, es el único que cuenta, que lo tienes que disfrutar porque no sabes cuándo pero el paisaje cambiará, y te lo habrás perdido. Sólo 2 millones 300 mil habitantes (un poco más de la población de Letonia) en un territorio más grande que Turquía. Eso es difícil de imaginar cuando vienes de Bélgica.

Namibia es uno de esos lugares que te hace revivir los libros de historia. Me encantan ese tipo de lugares. Por su puerto de Walvis Bay pasaron ingleses y holandeses. Fue colonia alemana desde la Conferencia de Berlín hasta1915. Tras el Tratado de Versalles pasó a ser colonia británica y en 1920 la Sociedad de Naciones confirmó el mandato de Sudáfrica sobre el país. La guerra de la frontera de Sudáfrica que llevó á la independencia de Namibia fue uno de los conflictos más largos de África y una escenificación a pequeña escala de la guerra fría; con Sudáfrica y sus aliados como Estados Unidos o Reino Unido por un lado y la URSS y Cuba apoyando al SWAPO que luchaba por la independencia que llega en 1990.

Esta agitada historia se refleja mucho en como es hoy el país. La lengua oficial es el inglés pese a que la población local habla también una multitud de lenguas locales. Se conduce por la izquierda. Y todo funciona con precisión y orden germánico. Todo está  muy organizado. Se preocupan mucho por conservar lo que tienen. Todo está impoluto. Es muy extraña esa sensación de “Alemania en Africa”. También te hace revivir las clases de geografía, porque llegas hasta el Trópico de Capricornio!!

Hacer turismo en Namibia es un autentico placer. Como dice mi amiga Lucía “Namibia es Africa para principiantes“. Todo fluye. Todo es fácil. No está masificado. Disfrutas de sitios increíbles y estás tu solo. Por algo Angelina Jolie tiene allí su refugio ;-). Nosotros contratamos un guía, lo cual fue una buena idea, porque hicimos casi 1500 km en una semana y porque además era muy simpático, le dimos conversación y aprendimos muchas cosas sobre el país.

Eso sí, no es un destino barato. Hay que ahorrar antes de ir porque una vez que llegas hasta el Trópico de Capricornio no vas a ponerte a escatimar ;-).

Este ha sido sin duda uno de los viajes más fascinantes que he hecho.

Para disfrutar de Namibia a fondo os recomiendo abrir bien los ojos e impregnaros de esas sensaciones incomparables que te produce el país. Solo hay que abrir los ojos y dejar que Namibia de sorprenda.

Recomendaciones 10:

  1. Hotel Strand de Swakopmund. Una pasada. Su restaurante de pescado también está fenomenal.
  2. Naakuse Lodge para un super brunch y hacer una escapada desde la capital
  3. Hacer la excursión a las dunas al borde del mar. Si solo veis una cosa en Namibia yo escogería esto. Es un sitio indescriptible.
  4. Ir al mercado de artesanías y comprar algunas telas locales
  5. Conseguir en un supermercado unas cremas sudafricanas que descubrimos en el hotel y son una maravilla, Healing Earth. Los spas de esta marca tiene una pinta alucinante!!
  6. El cantante Namibia Elemotho


I. Miranda

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