Seychelles, Nueva York, Bali, Tokio… No son malos destinos, no. Pero pensemos en destinos más baratos, con mucho menos glamour en la forma, pero quizás sí en el fondo. A parte del ya consabido calor de nuestra geografía y las geniales playas, ¿por qué no disfrutar de destinos como Benidorm, Bilbao o Benicasim acompañados de buena música?.
Siempre hemos sido un pueblo de sol, playas, gastronomía, alegría y fanfarria (pandereta, si nos fijamos en la realidad política del país); pero también de música. Si hasta los guiris nos colonizan cada verano para disfrutar de nuestros festivales, ¿por qué nosotros no vamos a intentar reconquistar nuestro territorio?.
España tiene posiblemente desde hace tiempo, algunos de los mejores festivales de verano del mundo entero. Inglaterra tendrá su Glastombury y EEUU su Lolapazoola, pero ninguno tiene el movimiento musical que se vive en nuestros festivales patrios; y por descontado, no lo pueden compartir con un gazpacho bien fresquito, la tortilla de patata o la paella, por mucha hamburguesa y fish and chips que tengan.
DCODE Festival (12 de septiembre en Madrid), BBK Live (del 9 al 11 de julio en Bilbao), o el Festival Low Cost (del 24 al 26 de julio en Benidorm), junto con el ya mítico FIB (del 16 al 19 de julio en Benicasim), son parada obligada para músicos tan dispares como Blur, Muse, (mis amados) Capital Cities, Ben Harper, Counting Crows, Suede, Supersubmarina y demás grupos fetiches para gusto y regocijo de indies y modernos por igual.
Si la propuesta, la localización o la fecha no seducen, el pop más comercial estará sonando en el Festival Starlite de Marbella (desde Julio Iglesias hasta Lenny Kravitz); la música más alternativa en Aranda de Duero en el Sonorama (¿quién se puede resistir a la combinación morcilla con música de fondo?); el festival de Jazz, Jazzaldia 2015, en San Sebastián (no confundir nunca con el de los Reyes) con Jimmy Cliff y Jamie Cullum; o el Festival de Cap Roig en la costa catalana, con Sting o una Lady Gaga sin vestir como una mamarracha y acompañada de su inseparable Tony Bennett.
El caso sea disfrutar del sol, los amigos (importante poder disfrutarlo en buena compañía) y las magníficas ciudades en las que se celebran (particularmente, yo soy muy fan de Benidorm).
Aprovechemos, que ya llegará el invierno y habrá que disfrutar, abrigados y en la penumbra, de la buena música.
Fotos: musicopolis.es , melty.es , dodmagazine.es
