eiffel-towerParís no es sólo la Ciudad de la Luz y la Ciudad del Amor, es también la ciudad en la que los sueños se hacen realidad. Así lo demostraron pintores, escritores y directores de cine que en las primeras décadas del siglo pasado buscaron en París a la musa de sus obras. La Ópera fue abierta al público en 1875 y desde entonces no ha habido noche en la que además de fantásticas representaciones, el público no haya podido disfrutar de una majestuosa iluminación única en el continente. Por su parte, la Torre Eiffel es el lugar perfecto para admirar desde lo alto toda la ciudad y por qué no, para disfrutar de una romántica cena en alguno de los restaurantes de sus plantas.Ópera

Uno de los barrios más recomendables y con más encanto de la ciudad es el de Montmartre, en el que paseando por sus estrellas calles y preciosas plazas se respira el aire más bohemio de toda la ciudad. Está coronado, en lo alto de una colina, por la Basílica del Sacre Coeur, a la que se accede subiendo una preciosa escalinata o con un funicular y desde la que tendrás una preciosa vista de la ciudad. Montmartre, Sacre Coeur

Y si hablamos de museos, entonces los elegidos son el Museo Pompidou, que alberga la mejor y más grande colección de arte de Europa de los siglos XX y XXI, además de tener una arquitectura muy particular, y el archiconocido Museo del Louvre, del que no sólo merece la pena admirar su colección de arte si no que es obligatorio pararse a ver su pirámide de cristal y en general todo el edificio. Se piede consultar todas sus exhibiciones y eventos en su sitio oficial.Pompidou

Pero además de lo incluido en las guías para turistas, París esconde rincones mágicos absolutamente dignos de visitar. El primero es Le Train Bleu, un restaurante pensado en ocasión de la inauguración de la Exposición Universal de 1889 y en el que la Belle Epoque, para muchos la época dorada de la ciudad, aún está muy presente. El segundo lugar son los Passages Couverts, refinadas y elegantes galerías con techos acristalados, antesalas de los actuales centros comerciales, que hoy en día constituyen uno de los mejores espacios para sentarse a tomar un café mientras se ve pasar a la gente.

29, avenue Rapp (l'art nouveau à Paris)Otro lugar especial es la fachada del número 29 de Avenue Rapp, con una abundante decoración y un marco y un tallado en madera que lo convierte en uno de los edificios más admirados y forografiados de París. Finalmente, la Maison Rose, en Montmartre, una cafetería-restaurante en el que comieron genios como Picasso y la escritora Gertrude Stein y cuya fachada en color rosa parece sacada de un cuento de los hermanos Grimm.

C.O.

Licenciada en Periodismo y escritora, apasionada de los rincones y maravillas del planeta, Madrid

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