48 horas que fueron suficientes para enamorarnos de la ciudad. Porque lo nuestro con Santander fue amor a primera vista.
Tras perder a mí tía querida al inicio del verano, decidimos hacer una escapada desde Asturias para visitar a mi gran amiga Isabel y a su familia y cambiar un poco de aires. La visita nos sentó muy bien y nos ayudó a ver las cosas con un poco más de optimismo. Y aunque fue exprés descubrimos muchas Cosas 10.
Cosa 10 nº1: Hotel Real. Cuando os haga falta una dosis de glamour y relax este es vuestro hotel. Nos lo recomendó nuestra gurú de moda que nunca falla. No sabría deciros exactamente por qué, pero tiene una energía especial. Al estar allí viajas en el tiempo y te imaginas esa época dorada en la que Alfonso XIII y su corte veraneaban por esas tierras a principios del siglo XX. Pedir una habitación con vistas a la bahía, en un piso alto si es posible; las vistas son increíbles. Desayunar en su terraza o tomar el aperitivo en el bar es una delicia. Y tiene un súper spa.
Cosa 10 nº2: Paseo marítimo. ¡Qué maravilloso es pasear por toda la playa hasta subir al Palacio de la Magdalena y al bajar ver ese pequeño y mágico zoo que vuelve locos a los niños! Y para coronar el paseo, un bañito rápido en el mar si el tiempo lo permite.
Cosa 10 nº3: Restaurante Deluz. Isabel nos invitó a comer a este sitio fantástico. Hacía tiempo que no íbamos a un restaurante que nos gustara tanto. Una casa con un jardín de ensueño, perfecto para largas sobremesas y para ir con niños que pueden corretear. También puede usarse en “modo romántico” si vais por la noche.
Cosa 10 nº4: Paseo en barquito por la bahía. Reconozco que las cosas mega turísticas también pueden ser 10.
Cosa 10 nº5: Paseo por el centro y parada en el pequeño, pero sorprendente Museo de Arte Moderno y Contemporáneo. Cuando nosotros estuvimos había una expo genial sobre la historia del diseño gráfico de los vinilos (estará hasta el 18 de septiembre).